Galicia Motorsport

Lo dije desde el principio en el que era consciente de los tramos; no me gustaba el Rally Eurocidade. "El Gallego es así" me decían muchos de mis compañeros y amigos y es verdad, el Regional Gallego es así, con muchos cruces y zonas boscosas de penumbra en el que detrás de una curva ciega te puedes encontrar con el colorín colorado. Quizás por esa dificultad añadida que otras pruebas de España no tienen este certamen tiene el prestigio que le falta a las otras, pero este Eurocidade se me antojó especialmente trampeado, con demasiados laberintos y no quería que lloviese.

La primera en la frente; diluvio universal durante toda la semana y más líquido elemento durante la noche previa y toda la mañana del sábado. Así pasó, después de pasar el primer tramo más pendiente de entrar en la suciedad embarrada que de coger la velocidad que deberíamos alcanzar los que pilotamos máquinas para ello, en el segundo, a mitad de tramo y en una curva a derechas caímos en la trampa, en el barro, en el descontrol del coche y en accidente.

A pesar de que la gente nos ayudó a empujar para sacarnos de la cuneta nada pudimos hacer para continuar, ya que las marchas no entraban seguramente porque doblamos el varillaje. Muy poco duramos en carrera, pero de caer tenía que ser en alguno de los primeros cuatro tramos por las condiciones que había. Una pena, ya que por la tarde secó y se podía correr de verdad en un bucle mucho mas de rallyes que el del inicio, al menos en mi opinión. Bien es cierto que el clima destrozó la prueba.

Por cierto, en Tauromotor hicimos 62 de la general, lo cual no está nada mal para nuestra experiencia.

Así son los rallyes, así son las carreras y sabiendo esto nos dedicamos a disfrutar del resto del Eurocidade como unos aficionados más, desde las cunetas y viendo al resto, lo cual fue un auténtico placer.

Ahora a levantarse, con la ilusión intacta y a trabajar a tope para hacer todo lo posible para estar en el Sur do Condado. Con todo, más experiencia y sobre todo más equipo, más Team Olimar y más fuertes que nunca.

No voy a despedir esta crónica sin agradecer de todo corazón el cariño recibido de todos, la colaboración de Mister Gloss y del resto de colaboradores y la valentía de mi copiloto, Bel Rivas, que sacrificó sus vacaciones para correr y que estaba haciendo un trabajo genial. Lo siento cariño, el próximo mejor. 

Gracias Team Olimar y felicidades por los resultados del resto del equipo.

Nos vemos muy pronto en el asfalto y seguiremos cerca de vosotros para seguir contando nuestras novedades y noticias.

Pau Calleja