Galicia Motorsport

Llegábamos el viernes 27 de noviembre muy ilusionados a la cuarta edición del Ourense Ribeira Sacra que ha cerrado el calendario del Campeonato Gallego de Rallyes, que ha tenido un cartel de inscritos excepcional y que ha dado a conocer a los campeones, los hermanos Pais, que llegaban a las cercanías del Sil jugándose el título con Alberto Meira y David Vázquez.

Teníamos demasiados motivos para estarlo; un coche mejorado, una asistencia de élite con el Team Olimar, un nuevo patrocinador, unos grandes amigos a nuestro lado y unas previsiones metereólogicas a nuestro antojo, sin rastro de lluvia, para un fin de semana que debía ser perfecto. 

Sin embargo, este deporte es tan apasionante como cruel. A la llegada a Luintra, corazón de la prueba, nos dimos cuenta de que teníamos roto los rodamientos de la rueda derecha. Sin tiempo que perder y liderados por Jorge Pérez, pedimos permiso a la organización para entrar más tarde al Parque Cerrado y nos dirigimos a Talleres VP Competición en Ourense, donde nos estaban esperando para sustituírlo. Solucionado el problema, con algún percance que ha quedado en anécdota, llegamos a la asistencia donde Jorge montó la mangueta en auténtico record Guinness, entrando en el Parque dos minutos antes de la hora límite. No habíamos tenido tiempo para recuperarnos del susto cuando nada más salir del primer tramo, una breve especial nocturna, nos damos cuenta de que no tenemos potencia debido a que el coche se ha quedado frenado de atrás, llegando a la meta con las pastillas completamente carbonizadas.

De nuevo la organización nos da tiempo para poder reparar el coche y el Team Olimar se vuelca con nosotros, teniendo que traer César Costas las pastillas desde Salceda para poder reparar los daños, mangueta incluída, en un trabajo que duró toda la noche. Es en esos momentos, después de maldecir a todos los dioses, es cuando eres consciente de que en realidad tenemos toda la suerte del mundo por poder contar con un equipo humano como el que tenemos. 

Sin embargo, no pudimos compensar tanto esfuerzo al día siguiente a pesar de recorrer cada kilómetro y completar todo el rallye. El ritmo necesario para equipararnos a los tiempos de nuestros teóricos rivales fue insuficiente, seguramente por un fallo en una bujía que aún tenemos que comprobar y que nos restaba potencia, ya que la diferencia es tanta que no se puede achacar sólo a las manos.

La parte positiva en términos deportivos es que terminamos la prueba, aunque haya sido en el puesto 84, y acumulamos muchos kilómetros a la poca experiencia que tenemos todavía pero que sin duda es un enorme botín para el futuro.

Ya estamos pensando en la temporada que viene con la seguridad de que estamos en la mejor estructura y abriendo un abanico de posibilidades que concretaremos en breve. Después de lo vivído en Ourense no tengo palabras para expresar tanto agradecimiento a Jorge Pérez, César Costas y todo el Team Olimar: Diego, Pablo, Valentín, Alejo y muchos otros que colaboraron con nosotros como son Emilio Vázquez, de VP Competición, Cristian Lamas, Jacobo y tantos otros... Todos ellos hicieron posible que pudiéramos correr el rally. Porsupuesto también a mi copiloto, Bel Rivas, optimista y llena de coraje.

Gracias también a todos nuestros patrocinadores ya que sin su ayuda todo sería mucho más difícil. Nos vemos muy pronto.

Pau Calleja